El hilo central del ideario humanista progresista es la convicción de que el mundo puede ser mejor, y construir ese mundo mejor depende de la racionalidad y voluntad del hombre. El progresista se caracteriza por estar insatisfecho con el statu quo; y esa insatisfacción es la madre del progreso.

miércoles, febrero 08, 2006

Manteo

Blogueando por la vida me encontré con esta historia. Escrita por Pablo Morris en su blog, El mirador de Pablo Morris. Pequeños detalles de una historia, cuya cotidineidad se nos escapa, tesmimonios de estudiantes comunes y corrientes.
...Recordé una historia. En diciembre de 1992 yo estaba terminando mi primer año de universidad y en las elecciones para la FEUC (Federación de Estudiantes de la Universidad Católica) ganó en segunda vuelta, por primera vez en la historia, una lista encabezada por el militante socialista Fulvio Rossi (sí, el mismo que actualmente la prensa de espectáculos llama "el metrosexual de la Cámara de Diputados"). La lista de izquierda derrotó a la lista del gremialismo UDI y a la de la Democracia Cristiana.

Esto para la UC era un verdadero golpe histórico simbólico, puesto que desde los tiempos de la Reforma Universitaria a fines de los '60 nunca los estudiantes habían estado encabezados por un grupo de izquierda (bastante heterogéneo internamente, hay que decirlo, pero esa es otra historia).

La cosa es que la celebración fue en la Casa Central. Y yo, con esas ganas de pasar "momentos lindos", propias de todo joven universitario de primer año, partí con un grupo de amigos. La escena en el patio principal de la sede central de la universidad era bastante surrealista.

No sé cuántos seríamos... 500, tal vez 1.000... en un rincón del patio, un grupo de gente cantando a todo chancho canciones de Quilapayún, Inti-Illimani, Santiago del Nuevo Extremo, avivados por garrafas generosas que corrían de mano en mano... en otra esquina, banderas rojas, la mayoría de la Juventud Socialista, pero también alguna hoz y martillo por ahí... en otro lado, jóvenes más rockeros... y más allá, en las bancas del patio, estudiantes declarándose su amor... tambièn había otros individuos solitarios (uno que otro amigo) dormitando, claramente con la caña.

En una especie de mini-escenario improvisado, los miembros de la nueva directiva toman la palabra y agradecen a las masas estudiantiles su apoyo... por los parlantes suena el Venceremos, Un Amor Violento (de Los Tres), El Pueblo Unido y algo de Los Prisioneros... en el aire se siente el olor particular que arroja cierto tipo de hierba al quemarse...

En este panorama, de pronto un locutor anónimo anuncia que está por venir a saludar a la nueva directiva electa de la FEUC el pre-candidato presidencial de la Concertación, Ricardo Lagos. Ese año estaba compitiendo internamente con Eduard Frei Ruiz-Tagle (quien finalmente fue el nominado) y se consideraba que los resultados de la Católica (un socialista derrotando a la DC y a la derecha) eran una señal favorable para esa coyuntura.

Repentinamente, el "Woodstock pontificio" que estaba teniendo lugar en la oscurida se vio interrumpido por focos y cámaras de televisión a cargo de registrar este importante saludo.

Lo que nadie previó fue lo que sucedió luego.

Igual como lo hacen las luciérnagas en la noche, cientos de contertulios rodearon a Lagos, atraídos tal vez por la luz de los focos. Algún militante socialista comienza a gritar "Se siente, se siente, Lagos Presidente", pero otro alguien en medio de la multitud grita al mismo tiempo "Manteo a Lagos !". Las masas entendieron el mensaje y, tras seguir durante un rato muy corto el primer llamado, se vuelcan decididamente y con total entusiasmo a la segunda invitación. Unos toman las piernas de Ricardo, otros sus brazos. El pre-candidato se ve sobrepasado. Lo cierto es que todos se vieron sobrepasados. Pero nadie quiere hacerle daño, sólo dar rienda suelta a un impulso lúdico... y le empiezan (bueno, le empezamos...) a hacer un manteo !

"Uno", "dos", "tres", "cuatro", "cinco"... y así hasta llegar al "diez".

Luego, Ricardo Lagos se retiró en silencio, entre pasmado y sorpendido por la experiencia inédita e imprevista que acababa de vivir, y la fiesta en Casa Central continuó hasta el amanecer. Pero nada de esto apareció en la prensa. Sospecho que ningún asesor comunicacional de ese momento pensó que esto podía tener provecho electoral... o tal vez eran tiempos en que la gente quería un presidente fome y serio como Frei. O puede ser que el propio Lagos no quiso que esto trascendiera, pues su imaginario siempre ha sido el del Presidente emblema republicano, Hombre de Estado. Quien sabe...

"Manteo"

 

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